Ayer nos dejó Juan Martínez Martínez, un luchador infatigable de esos que pelean toda la vida, uno de los imprescindibles. Desde bien joven en su Abrucena natal vio y comprendió la miseria a que las clases pudientes del campo sometían a los campesinos. Esto hizo que su familia decidiese emigrar a Cataluña y concretamente a Terrassa para buscarse la vida.
Ya en nuestra ciudad, Juan rápidamente tomó
contacto con el PSUC y entró en sus filas. Pronto se destacó con una militancia
comunista activa y comprometida. Las
detenciones acompañadas de torturas y años de cárcel fueron una constante. Se
implicó de manera extenuante y desinteresada en la lucha contra la dictadura
franquista y por el restablecimiento de la democracia, siempre al lado de la
clase trabajadora. También tuvo buena parte de “culpa” en la creación y
desarrollo de las CCOO. Esto le costó
estar constantemente en el punto de mira de la policía política del régimen, lo
que a instancias del partido le obligó a exiliarse a Francia para evitar ser
nuevamente detenido. Desde París siguió con impaciencia e impotencia la lucha
que sus camaradas desarrollaban en su ciudad, algo normal en un militante de
tal compromiso.
Ya por fin con la muerte de Franco, y la ley
de amnistía de 1977, Juan pudo volver a Cataluña.
En los años siguientes continuó implicado
activamente en los movimientos de
solidaridad con la Revolución Cubana,
con Bosnia en plena guerra de desintegración de Yugoslavia y también en el
movimiento por la recuperación de la Memoria Histórica y la lucha por la
Tercera República.
En estos años, Juan estuvo acompañado de su
también inseparable compañera y luchadora Paquita Ruiz, que también nos dejó el pasado
año.
Gracias a que en abril de 2022 presentó sus
memorias, ahora disponemos de su legado de vida y lucha para conocerlo y
emularlo en las luchas que nos reclaman.
Juan Martínez es y será un ejemplo de
humanidad y de vida.
Que la tierra te sea leve compañero
PSUC-viu Terrassa